Esta finca mediterránea de Ponce-Davis está ubicada en un lote de 1 acre en una tranquila calle sin salida con grandes robles y flora exótica que encapsula la propiedad. Influenciados por los diseños tradicionales del Viejo Mundo, los residentes son inmediatamente recibidos por un romántico patio bordeado de columnas con postes de luz y conducidos a un vestíbulo palaciego que está dorado con pisos de mármol claro y techos altos y brillantes. Una espaciosa cocina de chef con accesorios de lujo y una gran isla central lo convierten en un destino idílico para el entretenimiento, con un rincón de desayuno para las reuniones diarias. Sin embargo, lo más destacado de la propiedad es su amplio patio trasero, que cuenta con una cocina gourmet de verano, un comedor cubierto y una espectacular piscina y jacuzzi. Características adicionales: sala de juegos y gimnasio completo con acceso a la vida interior y exterior.